Se trata de un trabajo muy laborioso ya que la clienta llegaba al salón con un cabello con mucha raíz y los medios y puntas coloreados de distintas tonalidades: rojo, cobrizo, violeta... Por ello, el primer paso para Boris Soler fue utilizar decoloración con 30 volúmenes. A continuación, realizó muchas mechas, muy finas, por todo el cabello y, para acabar, matizó con dos colores: un color en la raíz algo más oscuro, y más claro en medios y puntas. ¡No te lo pierdas!