El copper hair es enérgico, sensual y potente: las tonalidades cobrizas no son aptas para tímidas. Destacan y desprenden una fuerte personalidad. Más allá de que sea tendencia, es un tono que nos favorece a todas, ya que se adapta a todo tipo de pieles siempre que juguemos a darle más o menos intensidad a la hora de llevarlo. Es cierto que lo relacionamos sobre todo con teces muy blancas y ojos verdes, pero también les va bien a rostros más oscuros si sabemos jugar con los matices que nos ofrece.
“Los tonos cobre en el cabello los encontramos de forma natural en pieles blancas y ojos claros, sobre todo verdes. Sin embargo, se acomoda muy bien a otros fototipos más oscuros, la clave está en escoger una tonalidad que se ajuste a las características de cada persona. Son siempre muy favorecedores cuando han sido bien escogidos. En los rostros más pálidos da luz al pelo, y en los más oscuros aporta brillo y luminosidad a la piel”, afirma Felicitas Ordás de Felicitas Hair desde Mataró (Barcelona).
Por tanto, se trata de estudiar el cabello y las características de la cliente para ofrecerle una versión adecuada y personalizada. En las personas con el rostro y los ojos más oscuros aporta intensidad, aunque quizá algunas clientas no busquen una cobertura uniforme y preferirán unos reflejos o unas mechas que iluminen, sobre todo las que tienen el cabello menos claro. Así lo afirma Raquel Saiz, directora de Salón Blue by Raquel Saiz en Torrelavega (Cantabria): “Los cobrizos son tonos que se desmarcan y aportan luz más allá de los rubios. En los cabellos y rostros más oscuros me gusta utilizarlos en forma de reflejos para revitalizar el pelo, sobre todo al final del verano, aprovechando el bronceado. En cambio, en las melenas más rubias, prefiero aplicar una cobertura total y conseguir ese look tan enigmático.”
Escogeremos qué variedad cromática de las copper va mejor según el tono de la piel, tanto el natural como el que tengamos en ese momento. a causa del bronceado. Así lo recomienda Rafael Bueno, director de Rafael Bueno Peluqueros desde Málaga: “Para las teces más pálidas y con ojos claros, me gustan las tonalidades más claras y vivas, las más próximas a los tonos anaranjados. En cambio, para las pieles morenas naturales, me decanto por los rojos más fuertes que se acercan a los tonos vino, ya que encajan muy bien.”
De hecho, muchas melenas lucen este favorecedor tono en forma de balayage cobrizo por la riqueza de matices que ofrece a la vez que proporciona un resultado muy natural. Los cobrizos son tonos enérgicos y muy sensuales que lucen perfectos cuando el color está vivo y muestra el mejor de sus aspectos. A la hora de cuidarlo, como en cualquier cabello teñido, mucha hidratación y un cuidado específico para cabello coloreado, tal y como recomienda Manuel Mon director de los salones Manuel Mon Estilistas en Oviedo: “Como cualquier pelo teñido, tenemos que cuidarlo para mantener el color. Siempre que apliquemos algún tipo de tratamiento de coloración, estamos sensibilizando el cabello que tiende a volverse frágil y seco. La manera de contrarrestar estos efectos, es la hidratación, aplicando mascarillas, y el lavado con un champú específico para pelo teñido. Esto último es fundamental si queremos conservar por más tiempo los pigmentos del color, que tiende a desaparecer tras los lavados si utilizamos un champú normal, dejando un aspecto apagado.”