Los tonos capilares de este otoño
Tiger Eye: estas mechas mezclan los tonos miel y caramelo con los marrones, una opción ideal para mujeres castañas que quieren aportar un toque chic y elegante a su melena. En ocasiones, se pueden aplicar balayage incidiendo en medios y puntas.
Castaño con color: después de muchas temporadas en que las castañas apostaban por el rubio, es el momento de explorar su lado más oscuro. Una base castaña funciona perfectamente con unas balayage color caramelo que den dimensión y estilo a la melena.
Raíces a la vista: atrás quedaron los tiempos en los que no aceptábamos una gran diferencia de color entre las puntas y las raíces. En la actualidad, es tendencia desde hace ya unos años. El secreto está en conseguir una degradación perfecta que haga que la transición de un color a otro sea suave.
Rubio hielo: una rubia “bajo cero” es aquella que apuesta por un tono clarísimo de rubio, casi blanco. Es un color que exige muchos cuidados y que pedirá retoques, como mínimo, cada tres o cuatro semanas, pero que sin duda, llamará la atención.
Rubio fresa: es la mezcla de rubio y pelirrojo, una tonalidad sexy y atrevida que resulta muy favorecedora en pieles claras y un poco pecosas. Si el cabello natural tiende a estas tonalidades, no hay nada mejor que ofrecerle un poco de ayuda para que destaque.
Rosa dorado: es un color único y muy apetecible para aquellas a las que no les importa probar cosas nuevas. Hay muchas variaciones que van desde los tonos más claros, hasta los más oscuros o metálicos. Básicamente, hay un rosa dorado para cada una.
Blorange: de blonde (rubio) y orange (naranja) surge el blorange. Como dice su propio nombre, es la mezcla de rubio y tonos naranjas más o menos intensos. Queda bien sobre melenas que son rubias naturales o bastante claras.
Arcoíris: el color melting es una nueva técnica que consiste en crear degradados de varios colores a lo largo de la melena. Se utilizan tonos claros o brillantes que intentan imitar un arcoíris: azul, rosa, violeta, verde… Es arriesgado pero, el resultado, impresionante.
Ahumado: los cabellos grises cobran vida con pequeños destellos de azul. El look es dramático, sutil y elegante. Para mujeres sin complejos que apuestan por estilos diferentes.
¿Mechas foilyage o balayage?
Se podría decir que las mechas foilyage son una nueva versión de las balayage. Una técnica que busca el efecto de los rayos del sol, aportando más luminosidad y vida al cabello: "La principal diferencia está en la manera de hacer las mechas. En las foilyage utilizamos papel de aluminio y, el resto igual, con pincel y a mano alzada. Con las balayage podemos barrer el color desde la raíz hasta las puntas, las mechas están más difuminadas y no se aprecia donde empiezan y acaban”, apunta Paul Tudor. La técnica foilyage también puede aplicarse desde la raíz y suele comenzar más abajo, de medios a puntas, obteniendo un resultado más marcado.
Alejandro Hernández, otro de los estilistas de David Künzle, asegura: “Estos reflejos son aptos para todo tipo de cabello sin importar el color. Al tratarse de reflejos que iluminan la melena, esta técnica resalta más en cabellos oscuros consiguiendo también una mayor intensidad de color gracias al papel de aluminio. Nosotros la recomendamos en rubios y cobrizos”.
Junto a las balayage y las foilyage, también destacan las babylights y las balayage moca: “Las primeras son reflejos muy finos colocados alrededor de la cabeza y enmarcando el rostro. Las balayage moca juegan con las melenas castañas para añadir gradualmente un punto violeta, lo que requiere ciertos cuidados para que el color se mantenga en el mismo estado durante mucho tiempo”, concluye Paul.
