La técnica del Palm Painting consiste en la aplicación de color o decoloración totalmente a mano, sin necesidad de herramientas como el pincel tradicional o el peine.
"Cuando yo era profesor en París, en los años noventa, ya lo practicábamos. Es una técnica totalmente coherente con esta corriente que explora la vía natural y handmade, y que además de ser muy visual, permite ser quizás un poco más preciso a la hora de crear los puntos de luz y evitar posibles trazos o barras de demarcación, que los menos hábiles con la manipulación de pinceles o peines podrían dejar sobre el cabello", comenta David Lesur.
Para saber donde aplicar el color, el profesional debe entender primero el corte y los ángulos que se han creado, es decir, la geometría, y a partir de ahí proceder con el producto (siempre escaso) para crear esos puntos de luz, entendiendo y teniendo la habilidad de determinar las zonas que se aclararían por el sol de manera natural: "Al igual que con la técnica del pincel, no hay necesidad de hacer retoque regular en las raíces, y al crecer ser verá el efecto de luz como si el mismo sol lo hubiese creado".